21 oct 2008

"Que no panda el cúnico!"

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¿Cómo olvidar al chavo del ocho y los golpes de Don Ramón, a las cachetadas de Doña Florinda, a los golpes que siempre recibía el Señor Barriga del Chavo cada vez que llegaba a la vecindad, a la famosa Chilindrina siempre con sus ocurrencias y travesuras, al profesor Jirafales con su TAA TAA TAA y a Quico y su desesperante lloriqueo que parecía un teléfono? Al Chómpiras y tan inepto con sus idioteces y cuando Tripa Seca tras una estupidez del Chómpiras lo peinaba y le daba una cachetada en la cara? A la Chimoltrufia y su pa que te digo que no si sí y al famoso Botija con su gran panza? Y por último, el más recordado "¡Oh! Y ahora, ¿quién podrá defenderme?".

Nadie recordaría todo ésto si no fuese por Roberto Gómez Bolaños quien se llevó nuestros corazones desde chiquitos al crear numerosas series con el único propósito hacernos reír. Éstas famosas series fueron conocidas como Chespirito, El chavo del Ocho y El Chapulín Colorado. Chespirito fue un programa con diferentes “sketches” dentro de las cuales cada personaje era más divertido que el otro. Ente estas mini series dentro de Chespirito, estaba el Chómpiras quien junto con Botija y la Chimoltrufia trabajaban en el Hotel del señor Cecilio Buenavista (para otros Don Lucho), el Doctor Chapatín que siempre cargaba con una bolsita de papel, los chifladitos con su famoso e irónico diálogo (“Dígame Licenciado” - "Licenciado"- "gracias, muchas gracias"- "no hay de queso nomás de papa" ) y muchas mini series más incluyendo excelentes imitaciones de “El Gordo y el Flaco” y “Chaplin”. Otro programa de Roberto Gómez Bolaños fue el Chavo del ocho, el cual nos divirtió con las amistades y enemistades entre niños y adultos de la vecindad. Finalmente estaba el Chapulín Colorado quien junto con su chipote chillón nos demostró que los héroes también pueden ser torpes (y muy pequeños).

Hoy en día se siguen pasando estas series en algunos canales; sin embargo, ya no son la sensación como lo fueron alguna vez. No obstante yo siempre tendré en mi memoria la canción “que bonita vecindad” y jamás olvidaré el famoso “pi pi pi” de nuestro tan querido Chavo del Ocho…











luanna